Ya estamos de vuelta de tierras Burgalesas..
Después de cinco días trabajando fuera de la tierrina, volvemos a casa (no se por cuanto tiempo), para afrontar los últimos días previos a la Marató de Barcelona.
Mi segunda cita con la distancia.
Pero durante mi visita al lugar que vio nacer al Cid no abandone los entrenamientos, aprovechando la situación yo y mi compañero hicimos el llamado "RunningTourist" (tal vez me lo acabo de inventar), descubriendo lugares que andando no hubiéramos visitado, pero corriendo pudimos disfrutar incluso con las pocas horas libres que el trabajo nos dejaba para disfrutar de Burgos.
Corriendo a la vera del Rio Arlanzón, subir hasta la cima del Castillo de Burgos, siendo imposible no parar el entrenamiento para asomarse a su balcón para contemplar el casco antiguo... la muralla, la catedral, una ciudad con vida y con una gran cantidad de lugares donde poder practicar nuestro deporte favorito...
Además un buen entrenamiento en altura, a 856m sobre el nivel del mar, que personalmente yo no lo note, pero según parece, la gente que entrena por la zona, cuando corre en ciudades costeras notan la diferencia...
Y claro para poder entrenar también tuvimos que reponer fuerzas, y en cuestión de comer, Burgos no lo hace nada mal...
Pues hoy un merecido descanso, deshacer la maleta, pero no demasiado, que en siete días nos vamos a Barcelona, y como no correr un poco...
El sábado cita en Gijón, Carrera rápida donde las haya, cuatro kilómetros por el suelo de hormigón de Poniente, prueba de la cual, todo el dinero recaudado será en beneficio de ASEMPA
Y el domingo disfrutar de la última tirada larga antes de la Maratón, la Media Maratón de Trubia, en la que, esta vez de verdad, la correremos con tranquilidad, en buena compañía, aunque la compañía que llevaré cada vez corre más y no se si al final será tan tranquila la mañana del domingo....
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