QUIEN NO CORRE VUELA

Reflexiones y paranoias de un Loco que no sabe de que huye pero prefiere correr que estarse quieto mientras ve la vida pasar

lunes, 18 de julio de 2011

Un día de playa.

Domingo 17 de Julio 2011
12:00 am

Kilómetro 30, mis piernas dicen basta, llevo más de tres horas corriendo, en el horizonte el mismo pasaje que los anteriores kilómetros, mar azul a mi izquierda, una sierra montañosa a mi derecha y arena sobre mis pies, kilómetros de arena blanca. Llevo ya varios amagos de parar y comenzar a andar, pero esta es la definitiva, no puedo más...

Los geles tal vez no están haciendo el efecto correcto, el duro viento golpea mi cuerpo y reduce mi ritmo, intento doblar el esfuerzo para continuar la cadencia de mis piernas pero no hay manera.
Mis pies se hunden sobre la arena en cada zancada, el inútil intento de usar polainas para evitar que en mis playeros entraran arena se ha ido al traste cuando la primera ola me cubrió las piernas hasta más arriba de los tobillos, nada es como pensaba, nada ocurre como habíamos planeado, esto no es una carrera más, La ULTRA MARATON ATLANTICA me ha ganado, así que me resigno, comienzo a andar, tomo un poco de agua de mi Camelbak e intento buscar a lo lejos la lejana meta a más de 13km de mí, mis piernas doloridas me hace pensar que esta aventura ha terminado, todo tiene muy mala pinta....


Viernes 15 de Julio 2011
4:00 pm


Oscar, Rubén, Miguel y Yo, comenzamos la aventura, desde Gijón, dirección Setubal con parada en Toro, Zamora.
Como siempre los viajes con los amigos, risas, alguna que otra bronca, pero como siempre genial.

Tras una parada de avituallamiento sólido en una gasolinera de la provincia de Valladolid, donde nos zampamos una buena cuña de queso de Valdeoveja y sin querer dar la vuelta otra vez dirección Asturias al salir, conseguimos llegar a Toro.




La temperatura en Zamora era muy alta, ya nos estabamos imaginando como sería la carrera bajo esas condiciones, 43km ya son duros de por sí, con calor, mejor ni imaginarselo.
Tras unas cañas por la zona, y un reconocimento nocturno de los pubs del pueblo (algunos más tiempo que otro), después de  apena unas dos o cuatro horas de dormir, partimos a dirección a Setubal, la ciudad donde pasaríamos la noche del Sábado.



Sábado 16 de Julio 2011
8.00 am


Toro está desierto, ni un alma por la calle a estas horas, solo nosotros cuatro, partimos dirección Portugal, más de seiscientos kilómetros nos separan de nuestro destino. Un largo camino, para alguno "resacoso", que amenizamos con constantes paradas en las estaciones de servicio, comprando sin parar agua fría, la temperatura continuaba siendo altísima.

Llegamos a Setubal, fue muy facil encontrar el Hotel, y una vez allí, no parecía demasiado "hostil", teniendo en cuenta que estábamos en una zona turística, 19euros la noche con desayuno, algo raro tenía que tener.

Aparcamos, más o menos donde quisimos, parece ser que no hay muchas grúas por la ciudad, pues cada uno aparca donde quiere, encima de la cera, en mitad de la carretera.
Varios perros vagabundos nos dan la bienvenida.
El hotel relación calidad precio, me pareció genial, aunque el barrio donde nos encontrábamos, pues era de todo menos turístico...


Había zonas de la ciudad que había edificios derruidos, barrios muy pobres, con casas con las fachadas muy dañadas.
El centro cuatro calles peatonales, bastante estrechas, no parecía el sitio ideal para quedarse de vacaciones.
Desde el puerto veíamos en el horizonte la península de Troia, lugar donde nos esperaba la meta de nuestra aventura.

Cogimos los billetes del Catamarán, la hora de salída era las 6.20am con lo que nos iba a tocar madrugar, después de dar un par de vueltas por la ciudad, visitamos un supermercado para hacernos con mercancía para subsistir la tarde y desayunar el domingo, y pasamos la tarde viendo la TV del hotel hasta hacer hora para la cena, como no, pasta...

Domingo 17 de Julio 2011
4.30am

Suena el despertador del móvil, no sabría calcular cuantas horas había dormido, seguramente no las suficientes, pero la excitación del momento compensaba el cansancio, al fin había llegado el dia D.
Si no recuerdo mal desayune un Donut, algo de zumo de naranja embotellado y un trozo de sandía, no tenía mucha hambre, era muy temprano y había cenado y merendado mucho la noche anterior.



Con todo recogido, cogimos la mochila y nos dirigimos hacia el Catamaran. Eran las seis de la mañana y ya había muchísima gente haciendo cola para sacar tiket, por suerte nosotros ya lo teníamos del día anterior.
Puntualmente llego el barco, era verde y muy grande, nos subimos, y desde el vimos amanecer lo que parecía que iba a ser un nublado día, con una temperatura ideal para correr,,, que equivocados estábamos.

Al salir del barco, enfrente del puerto ya nos esperaba la organización para montarnos en los autobuses.
Troia es una zona "pija", el contraste absoluto con Setabul, una zona llena de segundas residencias, chalets, hoteles de lujo, casino y campos de golf. Que injusta es la vida.



Apenas cinco minutos de barco separaba una zona tan pobre como Setubal de esta especie de Marbella portuguesa, no me arrepiento para nada de haber dormido en Setubal, Troia es para otro tipos de personas, que prefieren creer que esa es la verdadera Gradola...

Un largo viaje de autobús nos llevó a Melides, la playa donde comenzaba la aventura.

Al llegar seguíamos sorprendidos de como había cambiado el tiempo en  horas, el cielo estaba nublado, incluso recogiendo el dorsal comenzó a llover unos minutos, pero yo no me fiaba.

Casi 300 corredores de varios países, el 95% con mochilas o cinturones con agua, porque recuerdo que en los 43km solo había un avituallamiento líquido en el km 28.




Cada atleta había escogido un sistema diferente para evitar que en los playeros entraran arena, unos no llevaban nada, otros polainas de trail, otros cuantos descalzos, algunos con inventos propios, nosotros llevábamos polainas de arena...





Cuando pisamos la arena nos dimos cuenta que no tenía nada que ver ni con la playa de salinas, ni de Poniente, ni nada, era un tacto totalmente diferente, finísima arena blanca muy suelta por la zona seca y bastante compacta por la mojada. Todo lo ensayado no valía para nada.
No se venía el final de la playa, ni para adelante, ni a nuestra espalda, jamás he visto nada igual.


¿Que coño hacía yo hablando con la tv portuguesa?

La playa debía tener unos 50 metros de ancho, a la izquierda el mar atlántico azotando fuertes olas, a la derecha las formaciones rocosas de unos quince metros de altura que hacía que la arena formara un largo pasillo de 43km de arena infinito.


Últimos preparativos

El equipo


  Y de repente, salió el sol, dejó de llover, comenzó a subir la temperatura, la cosa se ponía fea, pero ya no había marcha atras, con el dorsal puesto, la camelbak llena de agua con polvos de gatorade, tres geles keepGoing en un bolso lateral, y un sobre de crema solar, mi gorra puesta hacia atrás debido al viento, los nervios a flor de piel, ya estabamos ahí, que estraña sensación, despues de tanto tiempo, que rápido habia llegado el dia y la hora.





Domingo 17 de Julio 2011
9:00 am


Un hinchable, en mitad de la playa marcaba la salida a los casi 300 participantes, delante nuestro 43 km de arena, los pies totalmente hundidos, esperaba que no durara mucho ese tipo de terreno... Con algo de retraso por fín la salida, enseguida todo el pelotón se dirigió de forma oblicua hacia la parte de arena mojada, el terreno se corría bastante bien, lo malo que con tanta gente, era casi imposible no pasar por arena ya pisada, con lo que se hundía los pies, los ritmos eran siempre cercanos a 5 min km, no creía poder aguantar toda la prueba a ese ritmo, pero en ese momento me encontraba cómodo.



Era increíble, la playa estaba desierta, solo los quad de la organización que controlaban que no hubiera percances.
Tenias tres opciones, o mojarte los pies, o ir por la parte seca pero con arena suelta o como hacíamos la mayoría, ir por la parte mojada e ir esquivando de vez en cuando las olas.


Cuando pasé la primera hora de prueba tomé el primer gel, siempre con mucha agua, de vez en cuando algo de publico aparecía por la playa, algún bañista, buscadores de... la verdad que no se que buscaban, hacían agujeros en la arena y parecía que sacaban algo rojo de ella....
También nos encontrábamos con pescadores que tenían la caña clavada en la arena, a unos cuatro metros del agua, con lo que teníamos que tener cuidado y pasar por debajo de los sedales, que le vamos a hacer, sabíamos a lo que íbamos
.
Fueron pasando los kilómetros, mientras gente me pasaba, y yo hacía lo mismo con otros corredores, me sentía bien, los cuadriceps se comenzaron a cargar, y los gemelos también pero nada fuera de lo normal.

Tras esos 10km de carrera, en la que a ratos había sobra gracias a alguna nueve piadosa, y otras zonas donde el sol apretaba mucho, comenzamos una zona de arena distinta, supongo que por la bajada de la marea, arena por zonas muy sueltas y por otro muy mojadas, con lo que los pies se hundían mucho.
Y para mejorar la situación comenzó a soplar más fuerte el viento, no se oía nada, solo un soplido ensordecedor.
Era imposible seguir al mismo ritmo, cada vez aumentaba más el viento, los kilómetros pasaban lentamente, ademas levantaba la arena que te golpeaba las piernas. Se estaba poniendo seria la carrera...
Continuaba corriendo, a ritmos lentos pero avanzando, administrando mi agua y geles para logra llegar al km 28 donde podría llenar de nuevo mi camel...
Durante toda la carrera parecía estar en un sueño, vivía todo en 3º persona, es una rara situación, supongo que por lo extraño del lugar, nunca había estado en un sitio así, tan distinto, el no ver un horizonte, la playa se perdía al fondo fundiéndose al mar y la montaña, no había ningún punto de referencia, solo arena y agua...


La cabeza comenzaba a hacer de las suyas, ya sabéis, que que hago aquí, por que me meto en esto... etc.. daba igual, eso ya lo tenia controlado de otras maratones, soy más fuerte que todo eso.. o eso pensaba.

Llegué al kilómetro 28, era una playa repleta de turistas, que extraño se hacía pasar entre gente tomando el sol o bañándose, mierras tu corrías.
Eso sí, nos animaban mucho, "FORZA!!!" Era la palabra más escuchada, yo se lo agradecía levantandoles el dedo pulgar en señal de gracias, en esos momentos esos ánimos era necesarios.
Llegue a la zona del agua, paré, abrí la camel, calculé que con una botella de medio litro me llegaría más otra que llevé en la mano, me puse la mochila de nuevo y comencé a correr.
Recuperé muchas fuerzas, tal vez por pasar la el punto psicológico del avituallamiento, los ánimos del publico o el simple echo de ver gente...

El viento seguía siendo duro, pero había amainado desde el km 27, aunque a cambio el cielo se despejó y el sol comenzó a darnos la bienvenida de nuevo, además fue la peor zona del terreno, los últimos kilómetros la arena era malísima para correr, pero me daba igual, me sentía motivado, tomé el gel y empecé a aumentar el ritmo 15km me separaban de la meta, aunque esa euforia la iba a pagar...



Domingo 17 de Julio 2011
12:20 am 


Llevo ya casi 20 minutos turnando entre trotadas y caminar, mis músculos no pueden más, me planteo muchísimas cosas, abandonar nunca, pero no podía más, el último gel no hacía efecto, evidentemente no es una formula mágica pero me faltaba algo. Cada vez que sentí un dolor paraba y caminaba, tenia miedo a lesionarme.


KM 28

No quería ni pensar que pasaría si me pasara algo y no pudiera acudir el Jueves al GoreTex Trail Running, es extraño pero por una vez en mi vida, en mitad de una carrera tenía la cabeza puesta en la siguiente aventura.
Mirar mi garmin y me desesperaba ver el tiempo que había tardado en completar el último kilómetro, empecé a calcular mentalmente y si seguía así tardaría siete horas en llegar, sabía que no era posible, mi cuerpo no aguantaría, apenas me quedaba agua, no llegaría a ese ritmo... asi que me dije a mi mismo, que NO, no podía pensar que lo que iba a hacer el jueves, ahora estaba ahi, casi medio año planeando el viaje, 2000km de coche, muchos euros invertidos en esta aventura, iba a pensar ahora en el lo que iba a hacer el jueves? si me lesionaba  por lo menos habría terminado esta aventura, si me reservaba y abandonaba o iba andando, y luego otra circunstancia no me permitiera ir al GoreTex Camp, no me lo perdonaría en la vida.

Solo sabía que estaba ahi, con 13km de playa por delante, y tenia que pensar en el momento, en donde estaba en ese momento, se acabó, decisión tomada, pasara lo que pasara no pararía de nuevo..
Así que cogí el ritmo que mis piernas me permitieron, si el viento apretaba, bajaba el ritmo, pero no parar, no parar, no paraba de repetírmelo...
En el km 33 el agua se me terminó, al haber caminado del 30 al 31,5, sin darme cuenta había ingerido todo el litro de  mi camel, diez kilómetros sin agua, daba igual, solo pensaba en cruzar esa maldita meta.
Cada vez que miraba el garmin me desesperaba viendo que lento pasaban los kilómetros.

Apenas me encontraba con gente, la mayoría igual que yo, paraban y arrancaba, otros a ritmos muy lentos, todo el mundo estaba pasando igual de mal que yo, quien iba a ser yo para rendirme?
Pasé la barrera del km 38, solo cinco, solo cinco, me imaginaba distancias equivalentes en mis entrenamientos cotidianos para hacer la idea de que apenas me quedaba un esfuerzo, cinco vueltas al kilómetrin de Gijón, tres al parque de moreda, o ir desde mi gimnasio hasta la Cadena del rinconín, solo cinco kilómetros.

Varios españoles que veraneaban en la playa me daban ánimos, intentaba agradecérselos con las pocas fuerzas que me quedaba, era extraño, el clima seco apenas me hacia sudar, y el corazón se mantenía a buenas pulsaciones, pero las piernas, no sabía decir ni que me dolí, más bien era todo y nada.
Por fin, la meta.
Faltaba un kilómetro pero ya distinguía a lo lejos un arco amarillo, mi objetivo, tan cerca pero tan lejos, no podía rendirme....
Ahí estaba, el garmin hacía tiempo que había marcado la marca de 42km, cada paso que daba se convertía en la distancia más larga que había corrido en mi vida, ya pasaba el km 43 y aun me quedaba bastante para la meta, pero ahi estaba, la sentía, por fin...

Que sensación, no sabría describirla... felicidad, rabia, un cóctel de sensaciones, que hacía que todo mereciera la pena, apenas me acordaba de los bajones durante la prueba, ni de los dolores de mi piernas, ni de aquel asqueroso viento, ni del abrasador sol sobre mi cuerpo, solo pensaba en que lo había conseguido, me había ganado a mi mismo, había roto mi record de distancia recorrida, de tiempo en una prueba, de sufrimiento en una carrera, era mi momento, me lo había ganado.

Me senté en la zona de descanso, a mi vera otros corredores con la misma cara, algunos llorando, otros vomitando por el esfuerzo, yo me quedé con una risa tonta, después de esto, creo que he perdido la perspectiva... Ya no veo nada imposible ni demasiado difícil.
Avisando a la familia que había sobrevivido

Es el mayor muro mental que he sufrido en una carrera y lo he saltado, como es posible que seamos nosotros  y nuestra propia cabeza quien nos pongamos la barrera y de la misma forma los que la superemos?
Esa extraña sensación de Bipolaridad que por un lado te dice, rindente, no merece la pena, y otra voz te anima a que continúes...
Es la magia de estas pruebas, que pone a cada uno en su sitio, que te hace conocerte a ti mismo un poco más...

Cuando me pregunta, porque haces esto? que puede llevar a una persona a coger el coche junto a tres amigos recorrer miles de kilómetros para sufrir, acabar la carrera y volver al coche para comerse otras diez horas de viaje, llegar de madrugada a casa incluso alguno ir a trabajar de doblete?
Que extraña tara sufre nuestra mente para encontrar la felicidad en algo así? 
y lo peor de todo, que es lo que nos lleva a repetir?, Yo no lo se, pero tengo toda una vida para averiguarlo....


Nombre
Posición general
Categoría
Tiempo
Oscar Burjan
34º
04:05:15
Rafael Peralta
71º
17º
04:35:47
Miguel Calvo
99º
37º
04:53:29
Ruben Rodriguez
201º
44º
06:11:08
(PRONTO LAS FOTOS)

6 comentarios:

Pata Liebre dijo...

Felicitarte Rafa CAMPEON merecio la pena que experiencia,gracias por tus cronicas.

Zuperman dijo...

Gracias a todos por vuestros animos previos y felicitaciones posteriores... Pero este reto está al alcance de cualquiera que se lo proponga, si normalmente en una maraton es 50% pierna 50% cabeza, en esta es 70% cabeza y el resto cuerpo...

PEDRO dijo...

Muy buena la carrera y el reportaje Rafa. Siempre es duro correr en una playa pero eso no es una playa.... es un desierto de muchos kilómetros.

teban_22 dijo...

Increíble.el año k viene te puedes plantear la travesera.

teban_22 dijo...

Aproposito menuda mochilina más cojonuda eh?,sabes ke esa está diseñada por Killian

Zuperman dijo...

si jijij... es una pasada...

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