QUIEN NO CORRE VUELA

Reflexiones y paranoias de un Loco que no sabe de que huye pero prefiere correr que estarse quieto mientras ve la vida pasar

lunes, 2 de noviembre de 2015

Capitulo 2

Capitulo 2


Lo conseguí, no han pasado 3 años y ya estoy aquí,

Al volver poco a poco a incorporarme al trail, paralelamente recuperé mi relación con las redes sociales, y descubrí lo analfabeto que la tecnología me había vuelto, ahora ya no solo valía con tener una cuenta de facebook, si no estás en twitter, instagram, vine es casi como si no existieras. 

Creo que nunca oí tantas veces eso de… “que es de tu vida”, como esta temporada que abandoné mi participativa actividad en las redes.
Pues como dice la canción, que no estaba muerto… aquí sigo, y como soy incapaz de resumir en un tweet 140 caracteres, o en un vine de 6 segundos, continuo esta resurrección de mi blog.


De ruta con WIFI

Al principio mi únicos entrenamientos fueron por las mañanas, tan de mañana que mi única compañía era mi perrina, ella no ponía pegas a levantarse a las seis de la mañana para dar un paseo alrededor del Nalón.

Uno de mis primeros días de entrenamiento este año con compañía humana (más o menos), fue recién empezado enero, con dos, de aquella “conocidos”, que hoy ya puedo considerar amigos. Fue tal la humillación que sufrí aquel día, ser yo el lastre de aquellos individuos que media hora antes de salir estaban sentados en una terraza tomando café y fumando, que se convirtió en el punto de no retorno, ya no había excusas, había que mejorar.
Primer entreno del año con humanos


Jamás he sentido pretensiones de victorias o superar a nadie, pero el “no poder” era lo que no me gustaba. Debía estar listo en primavera para colgarme un dorsal para una carrera de trail, y lo iba a conseguir…

Esta era una situación especial para mí, así que también recurrí a métodos que nunca había usado, lo primero fue que durante un par de meses seguí un entrenamiento, enfocado a perder peso y a volver a correr casi desde 0.

La segunda, ya que comenzaba una nueva etapa, necesitaba nuevas motivaciones, y me alisté a las filas de un recién creado equipo de trail “CUMBRE”, para mi esto no fue solo el llevar una camiseta, si no el crear un vinculo social con esta tierra que me había adoptado, Langreo.

Con la equipación de CUMBRE


Los meses pasaron, con muchas salidas nocturnas, hasta el punto de no recordar cual había sido la última vez que entrenaba con luz.

Una de las muchas salidas nocturnas

Era mayo, había llegado la hora, todavía con algún kg de más y las piernas aun bastante “blanditas” decidí volver a competir, colgarme de nuevo un dorsal en una carrera de trail año y medio después.

Le elegida fue el trail del Angliru, nunca la había corrido y me parecía buena para comenzar así no tenia ninguna referencia anterior.

Creo que lo mejor de la carrera fue el reencuentro con conocidos y amigos que hacia tiempo que no veía, pues lo que fue la competición dejó mucho que desear.
Quise salir como si los meses anteriores no hubieran existido, volver a seguir la estela de aquellos con los que codo a codo nos jugábamos las posiciones antaño, pero yo no era el de antaño.

Ultimos metros del Trail Angliru

Además la sensación de correr con sol y calor se sumo a mi falta de fondo, mi mala técnica de bajada, todo formó un cóctel de elementos que hizo que no disfrutara demasiado de mi reincorporación al trail, pero de todas formas había vuelto y eso era lo que contaba, superé el miedo de volver a competir, estaba listo para el siguiente paso, volver a mis añoradas ultras.


Continuará….