QUIEN NO CORRE VUELA

Reflexiones y paranoias de un Loco que no sabe de que huye pero prefiere correr que estarse quieto mientras ve la vida pasar

domingo, 5 de febrero de 2012

¿¿¿He vuelto???

Cuando la cabeza no corre las piernas tampoco.
Creo que es lo que define al estado en el que a este largo mes de enero con el que he comenzado 2012.
Recordando estos últimos años, siempre por estas fechas tengo el mismo sentimiento de asqueamiento al running, tal vez por la carga de todo el año o que el cuerpo pide un paréntesis, sea como sea, volvió a ocurrir, con la diferencia que esta vez  no eran mis piernas las que se negaban a correr si no mi mente.

Agotado de conversaciones banales sobre minutos km, ritmos, desniveles o posiciones, cansado de marcar mi rutina diaria en base a las carreras o entrenamiento incluso a renunciar a planes por correr.
No recordaba la última vez que me había ido de vacaciones sin ser para correr.
Cuando ves que has conseguido tus metas y cada vez pones el listón más alto, más duro, rozando el masoquismo, sin llegar a comprender bien el fin, el hasta donde, el saber cuando diré, “..se acabó, ya llegué, hasta aquí…”  
Pero es que nunca se termina.
Sin apenas saborear el haber conseguido un reto ya pensar en el siguiente, rodeado de un ambiente que tampoco favorecía la desintoxicación de esta obsesión, mi mente dijo basta…
El Primer paso
Fue alejarme del blog, de las redes sociales, alejarme de todo aquello que había conseguido agotar mi cabeza, ya desde hacia meses. No quería saber nada de minutos, segundos, posiciones, km, entrenamientos… de cómo entre todos (en el que me incluyo), con nuestros egos, obsesiones, a veces inseguridades habíamos comenzado a convertir un hobby en condena, un deporte que conseguía relajarnos, evadirnos de nuestras rutinas, trabajos, crisis, como de repente y sin darme cuenta se había profesionalizado de tal forma, en el que elegimos unas zapatillas u otras por los 50 o 60 gramos arriba o abajo, terminamos una carrera y rapidamente ir a buscar la lista de clasificados, miles de horas al ordenador organizando, analizando, mostrando al mundo nuestros entrenamientos, carreras, rutas, traks, tiempos… ¡PERO EN QUE DIABLOS SE HABÍA CONVERTIDO ESTO!

Que me había perdido esta verano mientras estaba por la montaña?? Pero no, simplemente es que había salido del circulo del que yo era parte de el…

La aparición en mi vida de una persona que no sabía que era el running, que se sorprendía al ver relojes capaces de decir a que velocidad nos movemos o que elegía sus playeros por su bonito color, el darme cuenta que mi mente no era capaz de entender como  una persona no sabía esas cosas, fue lo que hizo que me diera que estaba demasiado dentro de ese circulo…
Hacer montaña, el cine, cocinar, lo que fuera que no implicara correr almenos durante alguna de mis horas libres...

El Segundo paso
Dejé mi Garmin en casa, lo cambíe por mi primer kalenji que solamente da la hora (por cierto increíble los años que dura la pila), a partir de ese momento mis entrenamientos era hacer lo que me diera la gana hasta la hora de cenar.
Durante los primeros días me apetecía de todo menos correr, incluso algún día, vestido con los pantalones cortos y playeros, nada más salir a la calle me daba la vuelta, pues mi cabeza solo pensaba en cuanto faltaba para acabar antes de comenzar…
Con el tiempo el mono empezó a brotar en mis piernas, me plantaba objetivos… ir al punto A hasta el B y volver, nada más, sin importarme el tiempo, ni los km que fueran… Y curiosamente empezó a funcionar.
Al día siguiente volvía a querer ir al punto B, y al siguiente, no tenia ni idea si iba más rápido o más despacio que veces anteriores.
Cada vez que terminaba me sentía menos cansado, con ganas de más…
Seguí alejando el punto A del B, cada vez mis piernas me pedían más, sin darme cuenta estaba volviendo a empezar, como hacía dos años y medio cuando comencé a correr..
Ya no me sentia mal si un  día no podía correr.

El Tercer paso
Volver ha colgarse un dorsal era el paso definitivo, ver si volvería a disfrutar de una carrera de asfalto, del ambiente… El primer paso fue Trevías, donde seguí el consejo de un gran corredor a la hora de atacar las carreras, que me ayudaría a mejorar.
Y así lo hice, terminé la carrera sin grandes resultados pero con magnificas sensaciones, con ganas de hacer otros diez,  volvía a disfrutar corriendo, las malísimas sensaciones de la Maratón de Valencia y   sansilvestre pasaban al olvido, me sentía por buen camino.
Seguí sin usar reloj para los entrenamientos, y sigo sin hacerlo, volviendo a introducir el deporte en general y el correr en  concreto en mi vida.
Tres semanas después volví a ponerme un dorsal, he vuelto a poner en marcha el Garmin, y he disputado una nueva edición (la tercera para mi) de la Pedestre de Ribadesella,
Una entretenida carrera que este año me ha dejado un buen sabor de boca, he sentido de nuevo el poder volver a dar guerra, he conseguido terminar sin tener una sangría de posiciones al final por mi falta de paciencia o por mi agotamiento mental, he vuelta a tener las buenas sensaciones por las que en su día este deporte me enganchó, y como veis, he vuelto a tener ganas de escribir.

No se exactamente que significa todo esto, y volveré a sentirme otra vez dentro del circulo, ni si quiera si quiero volver a el.
Supongo parte de que me sienta con ganas de volver es por los mismos amigos que llenan la cabeza de números, estadísticas y graficas sobre carreras..
Por que quise hacer culpables a los demás cuando realmente el problema estaba en mi…

Supongo que en mi vuelva del Sahara  (dentro de dos semanas madre….) confirmaré si es cierto o no… pero después de este fin de semana creo que puedo decir que..
HE VUELTO

4 comentarios:

Pata Liebre dijo...

Fenomenal Rafa ,gracias por el articulo y feliz regreso,yo trato de volver de nuevo.Un abrazo.
Pata Liebre

Bel_ga_rion dijo...

Como cualquier cosa en la vida, no podemos dejar que algo nos obsesione o absorva totalmente. Me alegro de que vuelvas a disfrutar.

Charlie dijo...

"Bienvenido" de nuevo Rafa, se te ha echado de menos, pues en tus textos además, salvando las distancias atléticas, siempre puede uno sentirse identificado, a veces en lo bueno, a veces en lo malo... pero qué mejor momento para recuperar la ilusión que a pocos días de ese precioso reto del Sahara, seguro que allí acabas de encontrar toda tu esencia, a por ello!

Zuperman dijo...

Creo que aun no soy consciente de a donde voy, y en la situación en que se encuentra esa zona pero bueno... 18 días para la aventura, ya no hay marcha atras

Publicar un comentario