Quien no corre Vuela: ¡SI QUIES, PUES! Capitulo 2

Antes de comenzar a leer esta entrada, deberiais conocer primero el Capítulo 1,

DOMINGO

El domingo, amanecimos muy temprano, hombre con lo del cambio de hora, un poco más tarde, pero eso si.. unos mejores que otros, ¿A que se debería.....?

Nos reunimos con los compis de Desnivel 0% (de los que tengo pensado dedicar una entrada pero quiero prepararla bien así que tendreis que esperar), para desayunar.

Y poco a poco nos acercamos hacia el punto de salida de nuestra aventura, donde nos reunimos con el resto del equipo.

Antes de continuar, creo que es el momento de un pequeño paréntesis para explicar un poco el funcionamiento de la carrera por relevos de Astorga-Ponferrada

La carrera constaba de cuatro tramos:

Astorga- Rabanal del Camino: 21,1 kms
Rabanal del Camino- Acebo: 19 kms
Acebo- Molinaseca: 10 kms
Molinaseca- Ponferrada: 10 km

Los equipos se formaban por cuatro personas, y cada uno debia de realizar una etapa.

La primera era como veis una media maraton, practicamente toda falso-llano.

La segunda, era la más PUTA de todas, una subida a un puerto a 1500m, luego un sube y baja de varios kilometros, otra subida final y una bajada radical de 4km.

La tercera eran 10km totalmente cuesta abajo, un revienta caderas ...

La última tambien comenzaba cuesta abajo pero luego discurria por las calles de Ponferrada, la mas facilita.

Cada carrera, se realizaba de forma independiente a la anterior, sumando al final los tiempos que habia hecho cada miembro del equipo.

Cada etápa comenzaba cuando llegaba el primer corredor de la etapa anterior, o pa no liarse... cuando llegaban los del Piloña

Nosotros eramos ocho corredores que formamos dos equipos, uno masculino y otro mixto.

Aclarado ahora el sistema continuamos con la cronica.

Una vez llegamos a la plaza de ayuntamiento nos reunimos con los miembros de los equipos que no habian dormido en Astorga.

El primer turno de salida, la etapa de la media maraton la disputo en el equipo mixto Bea, y en el masculino Hector Moro.

Los integrantes de esta etapa, tuvieron bastante suerte, pues la primera hora y cuarto aproximadamente de la carrera el tiempo les respeto.

Tanto Hector como Bea hicieron un carrerón en esta etapa, a falta de que cuelguen la lista oficial de clasificados, pero si no me equivoco (que no), Hector entro quinto absoluto y Bea tercera de la categoría senior (no es que Bea haya mentido en la edad de inscripción es que en esta carrera ampliaron la edad de senior para solo hacer una categoría de veteranos).

El inconveninente de estas carreras por relevo, es que no podiamos ver como salian y llegaban a meta nuestros compis, pues teniamos que ir por delante desplazándanos a la siguiente etapa, pues como ya comente salimos nada mas llegara el primero de la estapa anterior, y claro... quitando los chicos del Piloña... lo demás...

Pero lo bueno es que la carrera se disputaba por la misma carretera por donde los compañeros de equipo tenian que desplazarse en coche a la siguiente etapa, lo que permitía dar animos aunque fuera por la ventanilla del vehículo, y de verdad que los agradecimos.

La segunda etapa la corrimos del señor Miguel Angel Calvo (Trankos para el publico en general) y el que escribe...

Ya leísteis que fue la etapa mas complicada, y no solo por la dificultad del perfil, si no porque fue climatologicamente UN INFIERNO.

Nada más comenzar la carrera empezó a llover, y según ascendíamos las duras rampas, la temperatura empezaba a bajar radicalmente, los compañeros que nos adelantaron en coche, dijeron que los termómetros marcaban dos grados.

Pues sumar eso al viento, que por momentos parecía que en vez de avanzar retrocedíamos, la sensacion térmica era por debajo de 0ºC.

Los músculos no llegaba a calentar en ningún momento.

Los párpados me dolian, pues del impacto de la lluvia impulsados por el viento hacian mucho daño.

La parte derecha de la cara se me congeló literalmente.

Sobre el kilometro diez cuando me cruce con el coche en el que iba Hector con los compañeros de la cuarta etapa me preguntaron que tal iba, y no era capaz a bocalizar, habia entrado en hipotermia (soy muy propenso a ellas con el frió), y claro parar en ese estado no era una opción.

Realmente se me debía ver mala cara, porque todos los vehículos que pasaban se me ponían en paralelo a dar ánimos. Y se agradecía por que por un momento te protegían del viento.

La situación según me contaban visto desde el coche.. era practicamente imposible pensar que pudiéramos estar corriendo bajo esas condiciones.

Además con el añadido de que hice la carrera totalmente en solitario. Y no fui el unico, fue una carrera muy estirada.

Ahí todavia no sabia la que me esperaba

Estas sensaciones que os cuento no solamente las sufrí yo, hablando al acabar con el resto de personas que realizaron la prueba, en general todo el mundo decía lo mismo, LA VEZ QUE MAS PUTAS LAS HABIAMOS PASADO CORRIENDO.

Esta carrera no se me olvidara en la vida, no recuerdo una sensacion tan dura corriendo, ni cuando me lesioné en la media de Gijon, ni en mi primera media maraton... nunca.

Una vez terminada la carrera todavia tarde en recuperar el color... Miguel tenia las manos moradas casi negras, en resumen, el puñetero infierno.

Nada mas acabar la etapa

No tengo ni idea en que posiciones llegamos, pero os aseguro que el merito de esta etapa era el acabarla, así que el que esté leyendo esto y le haya tocado correr la parte del puerto... Enhorabuena.

A duras penas llegamos Miguel y yo al Forito el cual nos habia dejado aparcado los integrantes de la Tercera etapa, Pablo y Rubén.

Nos costo un tiempo averiguar donde nos habia escodido Rubén la llave del coche, pues aunque le dije que me la dejara debajo de la rueda del conductor, se le ocurrio la brillante idea de meterla dentro de la defensa, que el sitio estaba bien pero claro si lo hubiera avisado... en fin. Total ya mojados, por diez minutos mas no pasaba nada.

Así que una vez en el coche, pusimos la calefación a 30ºC y nos dirigimos a recoger a los compañeros a Pablo y Rubén que cuando llegamos ya habian finalizado los diez mil metros casi verticales.

Según me contaron fue una carrera rapidisima, que viendo las bajadas que habia, me lo podia imaginar, Pablo se marco un tiempo y eso que aun estaba algo molesto de la pierna.

Y Rubén, la acabo muy dignamente, que contando que seguramente cuando dieron la salida de la carrera aun debia de estar borracho... o como mínimo de resaca ... para mi el que mayor merito tuvo.

Deberían hacer una categoria especial para los que se van de fiesta el dia antes... jejej

Tras recogerlos, nos dirigimos hacia Ponferrada, y tras comernos un buen atasco, y tener que ser muy pacientes con un policía local que no nos dejaba pasar al polideportivo, conseguimos llegar.

Como no del coche a los vestuario también pillamos una buena mojadura, pero bueno, así disfrutamos más de la ducha caliente.

Sobre la cuarta prueba poco os puedo decir, pues ni vi la salida, ni la llegada, y apenas hable con Raúl y Emilio que fueron los que la corrieron.

Emilio se que entro de los primeros, por los que se demuestra que la oveja negra del equipo de ZonaBoxesLaviana, fue el que os esta hablando... que le vamos a hacer...

Tras la duchita, nos tomamos un pequeño tentempié antes de la entrega de trofeos.

Total triunfo de los equipos de Piloña, aunque hubo un poco de jaleo con las clasificaciones (tal vez el unico fallo grande de la organizacion).

De nuestros equipos la unica que mojó para variar fue Bea, que el día que mache de una carrera sin trofeo se va a sentir rara, pero que le vamos a hacer la chica corre mucho...

Si pudiera hacer un resumen de lo mejor de esta carrera, fueron dos cosas.

Pasar el fin de semana rodeado de amigos, entre ellos un grupo de atletas que no conocía mucho pero después de esta experiencias pueden por lo menos por mi parte considerarme un amigo y me tendrán para lo que necesiten.

Me refiero a los chicos de desnviel 0%, Tanto Hector como Pablo, y también Maky que no pudo ir y sus respectivas parejas.

Gente joven, divertida, que disfrutan del deporte y se vuelcan con todo lo que hacen y desde que les conocí me consideraron uno más de ellos sin apenas conocerme.

Y la segunda cosa, es que aunque fuimos a correr, gracias tanto al equipo de desnivel, a Bea, Miguel y Rubén, de lo bien que me lo estaba pasando por momentos no me acordaba ni para que había ido a Astorga.

Gracias también a la organización, que no es fácil hacer una carrera así con tan pocos fallos.

Os aseguro que aunque esta crónica parezca larga, podía haber dedicado muchos más de dos capítulos a este inolvidable fin de semana.

Aquí os dejo un popurri de fotos